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Una fisura anal es una herida en el margen del ano, que produce un dolor muy intenso, a modo de puñalada, cuando las heces salen por el canal anal. Este dolor tan intenso provoca que, de una manera involuntaria, los músculos del ano (los esfínteres) se contracturen y dificulten todavía más la emisión de las heces y la curación de la fisura. Entramos así en un círculo vicioso que provoca cada vez más dolor y más contractura esfinteriana. Pasadas 4-6 semanas, si no se ha curado la herida, puede cronificarse, siendo entonces más difícil conseguir su curación completa. Debido a ello, el adecuado tratamiento una fisura anal es realmente importante para evitar problemas mayores.
No siempre está indicada la cirugía en el caso de una fisura anal. Debe haber una valoración por parte del cirujano y previa a la opción quirúrgica, existen otras maneras de tratarla que no son quirúrgicas, tratamiento médico y dietético. Si estas opciones no resuelven la fisura, se indica la cirugía.
Nuestro tratamiento de fisura anal en Cartagena, Murcia, consiste en la técnica quirúrgica. En ella, la anestesia que utilizamos es anestesia local, mediante inyección del anestésico en la zona de la cirugía, y sedación, de tal manera que el paciente se duerme mientras se realiza la cirugía, pero no requiere de asistencia respiratoria.
La técnica quirúrgica consiste en acceder al esfínter del ano y seccionar una parte de este para provocar quirúrgicamente una relajación suficiente que permita que la herida cicatrice en el plazo de unos días. Para ello se realiza una pequeña herida en el margen izquierdo del ano, se localiza el esfínter y se secciona. Clásicamente, los pacientes salen de quirófano y no notan ya el dolor de la fisura. La herida efectuada en el margen del ano queda abierta, pero su cicatrización completa se produce en el plazo de 24-48 horas.
Al alta solemos recomendar al paciente que no guarde reposo absoluto, sino que haga una vida lo más normal posible. La herida no requiere ningún cuidado especial, salvo que esté limpia y seca y no requiere tampoco de la ingesta de ningún laxante ni de dieta específica. Durante las primeras semanas puede aparecer dolor en la zona del ano o mínima secreción que manche la gasa de la ropa interior. Pasado este tiempo los síntomas suelen desaparecer.
El tratamiento quirúrgico de la fisura anal es conocido como esfinterotomía, que es una cirugía sencilla, que se puede realizar sin necesidad de ingreso hospitalario, con escasas complicaciones y que resuelve un problema muy invalidante que previamente no se ha solucionado con medios más conservadores. La tasa de curación de la fisura anal con esta técnica es superior al 90%.
Entre los posibles riesgos se incluye la inflamación del ano, el hematoma de la zona, la perdida de sensibilidad de la piel, la reaparición de la fisura, incontinencia leve… No son frecuentes, pero se debe conocer la posibilidad de que ocurran, así como todos aquellos en relación con cualquier acto quirúrgico (derivados de los medicamentos utilizados, infecciones, sangrados, etc.…).
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